Recientemente se dio a conocer un caso que conmocionó al mundo entero, en el que un padre fue acusado de provocar la muerte de su hijo de 6 años al obligarlo a hacer ejercicio hasta desfallecer “para no ser gordo”, esto en Estados Unidos.
Christopher Gregor, de 31 años, es señalado como el responsable de forzar a su hijo, Corey Micciolo, a correr en una caminadora a una velocidad excesiva, lo que ocasionó que el pequeño sufriera lesiones tan severas que ocasionaron su muerte.
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Video muestra a padre torturado a su hijo para ejercitarse y “no ser gordo”
Un video filmado el 20 de marzo de 2021, usado como prueba durante el juicio en contra de Christopher Gregor, muestra la forma en la que torturó a su hijo y lo obligó a ejercitarse hasta ocasionar su muerte
En la grabación se aprecia al acusado mientras observa a su hijo de 6 años de edad correr en la caminadora de un gimnasio al tiempo que va incrementando la velocidad a un nivel excesivo para el pequeño.
Debido a la rapidez de la banda, el niño no pudo mantener el ritmo y cayó del aparato, dándose un fuerte golpe contra el piso; al ver esto, su padre lo levantó de forma violenta por los brazos y lo obligó a subir de nuevo.
En el video se observa que el pequeño Corey cae en más de cinco ocasiones al ser obligado por el acusado a seguir corriendo en la caminadora.
Dos semanas después de este incidente, el 2 de abril de 2021, Christopher Gregor llevó a su hijo a un hospital debido a que despertó de una siesta con náuseas, problemas para hablar, dificultad para respirar y falta de equilibrio. El menor murió mientras era atendido.
Padre que obligó a su hijo a ejercitarse hasta morir podría enfrentar cadena perpetua
La autopsia realizada al cuerpo de Corey reveló que la causa de su muerte fueron lesiones por un objeto contundente que le ocasionó daño cardíaco y hepático. Por lo anterior, su padre fue acusado de los delitos de poner en peligro el bienestar de un niño y de asesinato en primer grado.
Actualmente se lleva a cabo el juicio en contra de Christopher Gregor en una corte de Nueva Jersey, Estados Unidos, y en caso de ser declarado culpable podría ser sentenciado a cadena perpetua.