Después de 23 años, el sueño de Martín García, de tener su propia casa excavada en el cerro de Malinalco, como antes lo hicieron los mexicas en este municipio, comienza a hacerse realidad.
Martín comenzó a ocupar los materiales del propio cerro y la orografía para comenzar a hacer su hogar, que une la naturaleza, la mente y la historia de los pueblos prehispánicos.
Sin ventanas ni puertas, Martín tiene sus habitaciones con vista a los cerros, a las pirámides ubicadas en el Cerro de los Ídolos y la vista al pueblo, desde donde dice que “no me hace falta más, para donde veas tienes algo precioso.
Desde una cueva en donde tiene talladas figuras de los dioses Huitzilopochtli o Quetzalcóatl, menciono que aquí aprovecha cada uno de los materiales que le da la montaña como la cantera, la roca y así como le hicieron los mexicas en las pirámides que tiene de frente, ha ocupado su entorno para ir construyendo su proyecto.