COLUMNA INVITADA

¿Por qué las mujeres tienen que recurrir a soluciones inventadas?

Próximamente estaremos presentando una iniciativa en el Congreso mexiquense que ofrezca incentivos fiscales a las empresas que donen productos de higiene menstrual a centros penitenciarios

MUNICIPIOS

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Columna Invitada de José Couttolenc Buentello del 15 de julio de 2025Créditos: Especial

Hablar de reinserción social es hablar del derecho humano a comenzar de nuevo. Pero cuando hablamos de mujeres, no siempre es en condiciones de igualdad. Ellas cargan con una desventaja histórica y un ejemplo de ello es su modus vivendi en el sistema penitenciario. 

Cifras actuales nos muestran una realidad un tanto cruda pero real: en México hay 331 centros penitenciarios, pero solo 22 son femeniles. 

Actualmente, 5.6% de la población en reclusión son mujeres y 72% de los centros femeniles están sobrepoblados. Derivado de lo anterior, es obvio que eso genera diversas problemáticas como lo son menos atención médica, menos espacio para vivir y dormir, menos condiciones dignas de higiene que son, insisto, básicas. 

Un ejemplo de lo anterior es la nula higiene menstrual que se vuelve peligrosa. Muchas internas se ven en la necesidad de inventarse soluciones con materiales que tengan a la mano, mismas que causan infecciones, sangrados irregulares y enfermedades graves como hepatitis B. 

¿Por qué tienen que recurrir a soluciones inventadas? Porque además de que no tienen los productos a la mano, se estima que 7 de cada 10 mujeres en prisión no reciben visitas ni apoyo familiar, por lo que sólo 30% ha recibido toallas sanitarias o artículos de limpieza por parte del centro penitenciario. 

Conscientes de esta problemática, próximamente estaremos presentando una iniciativa en el Congreso mexiquense que ofrezca incentivos fiscales a las empresas que donen productos de higiene menstrual a centros penitenciarios. 

Veámoslo así: si el Estado no alcanza a cubrirlo todo, ¿no aportaríamos un poco o mucho a la solución si abrimos la puerta al sector privado para que pueda sumarse? De esta manera, las empresas deducen impuestos y las mujeres recuperan algo tan básico como su dignidad. 

Hicimos la prueba en Almoloya de Juárez. Las diputadas de la bancada Verde llevaron kits de higiene menstrual al penal de Santiaguito y tuvieron la oportunidad de conversar con ellas al respecto. ¿Qué obtuvimos nosotros? Confirmar la realidad evidente; claro que les hace falta que les acerquemos este tipo de productos. Es básico. Es dignidad.

Además, el objetivo es hacer visible esta problemática para que más empresas se sumen a esta actividad y más. Podríamos también lograr que las empresas abran oportunidades laborales para mujeres que están saliendo de prisión, si fomentamos redes de apoyo, si visibilizamos sus historias, estaremos construyendo algo mucho más valioso: un camino real hacia la reinserción. 

Más allá de las cifras, está detrás una mujer con nombre, con hijos, con familia, con sueños. La reinserción no puede ser sólo una política. Tiene que ser un compromiso compartido. Uno que mire hacia adelante y que vea a las mujeres no por su pasado, sino por todo lo que pueden construir si les damos la oportunidad.