Con la intención de asegurar que todos los mexiquenses cuenten con un techo seguro para vivir a puedan mejorarlo para crear un entorno más amable para su desarrollo, el Gobierno del Estado de México mediante el Instituto Mexiquense de la Vivienda Social, y la Secretaría de Desarrollo Urbano e Infraestructura, lanzó dos nuevos apoyos enfocados en la construcción y mejorar de inmuebles para las familias mexiquenses.
Los programas de nombre "Mi primer hogar" y "Vivienda para el Bienestar", el primero tiene el objetivo de construir un acceso a la vivienda de las personas jóvenes de entre 18 y 29 años, que habiten en el EDOMEX, que no cuenten con ningún tipo de casa propia, que se encuentren condición de pobreza, y que tengan un terreno propio, podrán recibir un apoyo para la autoconstrucción y autoproducción de una vivienda.
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Por su parte, el segundo programa tiene el objetivo de contribuir al mejoramiento de la vivienda de personas de 18 o más años, que igualmente radiquen en el EDOMEX, y se encuentren en condición de pobreza y/o carencia por la calidad de espacios de la vivienda en la que habitan; esto mediante la entrega de apoyos para mejorar dichas condiciones.
Las carencias en las viviendas de México son muchas
Las condiciones de carencia y precariedad en las viviendas en México afectan a millones de personas, sobre todo en zonas rurales y periferias urbanas. Estas condiciones implican no solo la falta de vivienda formal, sino también vivir en espacios inseguros, insalubres o sin acceso a servicios básicos. Por tal motivo, a continuación les dejamos una lista de los principales factores que definen la precariedad habitacional en México:
¿Qué es una vivienda precaria?
Una vivienda se considera precaria cuando no cumple con estándares mínimos de habitabilidad, como:
- Materiales no duraderos o improvisados (cartón, láminas, madera reciclada)
- Falta de acceso a agua potable, drenaje o electricidad
- Hacinamiento: más de 2.5 personas por habitación
- Ubicación en zonas de riesgo: laderas, barrancas, cauces de ríos o zonas propensas a inundaciones y sismos
Cifras clave (según datos de CONEVAL y el INEGI):
- Más de 8 millones de personas viven en viviendas con materiales de mala calidad
- Alrededor de 11.1 millones carecen de acceso adecuado al agua dentro de sus viviendas
- Más de 6 millones de viviendas están deshabitadas, muchas porque se construyeron en zonas no aptas o alejadas
- En zonas rurales, 1 de cada 4 viviendas no tiene piso firme (solo tierra)
Problemas asociados:
- Salud: humedad, plagas, mala ventilación, enfermedades respiratorias o infecciosas
- Seguridad: riesgo de derrumbe, incendios o invasiones
- Educación y desarrollo: los niños que viven en estas condiciones tienen mayor dificultad para estudiar
- Desigualdad: las viviendas precarias suelen concentrarse en comunidades indígenas, periferias urbanas y zonas marginadas
Por lo anterior, los programas Mi primer hogar y Vivienda para el Bienestar, toman relevancia debido a que se brinda la oportunidad de que miles de familias en el EDOMEX puedan asegurar un techo, y así evitar distintos factores que podrían poner en riesgo su integridad física.