Es común que ciertos viernes del mes del ciclo escolar, estudiantes de nivel básico en el Estado de México no asistan a clases debido a días festivos o Consejo Técnico, pero también se suman celebraciones especiales que provocan la duda sobre si hay clases regulares, como el 12 de diciembre por el Día de la Virgen de Guadalupe.
En algunas empresas dan el día libre, pues realizan misas o la comida correspondiente a la celebración de fin de año. Pero en el caso de escuelas que siguen el Calendario Escolar 2025-2026 de la Secretaría de Educación Pública (SEP), las clases deben seguir sin contratiempos.
Conforme a la tradición, la fiesta comienza desde la noche del jueves 11 de diciembre de cada año. En televisión se transmiten Las Mañanitas a la Virgen, donde distintos elencos asisten a cantarle canciones en la Basílica de Guadalupe. Ademas, millones de peregrinos llegan al templo ubicado en el Cerro del Tepeyac, al norte de CDMX.
¿Alumnos de Edomex deben ir a la escuela el 12 de diciembre?
Quizá haya familias que lleven a sus hijos a la Basílica de Guadalupe durante la noche del 11 de diciembre, pero deben saber que, conforme el Calendario Escolar 2025-2026 de la SEP, al día siguiente sí hay clases.
El día 12 de diciembre está marcado como día de actividades escolares ordinarias, por lo que contaría como falta si las niñas o los niños no asisten a sus salones de clases.
En cambio, las clases se suspenden el día 19 de diciembre, ya que el periodo de vacaciones invernales comienzan el lunes 22 de diciembre. Las clases se reinician el lunes 12 de enero de 2026.
¿Y por qué se celebra a la Virgen de Guadalupe el 12 de diciembre?
Desde hace casi 500 años, en México se rinde culto a la Virgen de Guadalupe. La tradición narra que el 9 de diciembre de 1531 comenzaron las apariciones de la Virgen María al indígena Juan Diego Cuauhtlatoatzin, con la intención de que se le construyera un templo en el cerro del Tepeyac. Juan Diego Cuauhtlatoatzin acudió con el primer obispo de la diócesis de México, Fray Juan de Zumárraga, pero él no le creyó.
Juan Diego volvió al Cerro del Tepeyac y la Virgen lo envió a recolectar rosas de Castilla, con el fin de que tuviera una prueba de su aparición. Tras recolectar las flores en su manda, Juan Diego dejó caer las rosas frente a Fray Juan de Zumárraga y, para sorpresa de todos, la Virgen de Guadalupe estaba pintada en la tela. Desde entonces, se le rinde culto.