Hablar de economía no es hablar únicamente de números, gráficas o términos lejanos, sino de la vida diaria. De cuánto cuesta llenar el tanque de gasolina, pagar la renta o completar la lista del mandado. De las decisiones que cada familia toma todos los días para estirar el dinero y de que cada peso alcanza para menos.
Por eso, nosotros no nos limitamos a hacer una propuesta legislativa cuando de temas económicos se trata; pensamos en cómo impacta directamente en las personas: en sus bolsillos, en su tranquilidad y en su futuro. Porque proteger la economía también es proteger a las familias.
Recientemente presentamos una iniciativa que busca ponerle freno a la tala ilegal. Después de escuchar las preocupaciones de la gente del campo, aquellos quienes cuidan sus bosques deben recibir pagos justos por los servicios ambientales que prestan. Detrás de cada árbol que se tira hay un ejidatario que a veces no tiene otra opción para sobrevivir. Queremos que cuidar valga más que destruir, que los ejidos puedan vivir del bosque sin tener que venderlo.
También impulsamos el reconocimiento del patrimonio natural y biocultural del Estado de México. Esto significa proteger lo que nos da vida y sustento (nuestros bosques, ríos, montañas, tradiciones y cultura). Así, estaremos impulsando la economía local, abriendo oportunidades de turismo sustentable y, sobre todo, frenar abusos inmobiliarios que podrían poner en riesgo al medio ambiente.
En el Verde promovemos un desarrollo que no sacrifique el futuro por ganar en el presente. Hoy, comunidades que antes eran vistas como zonas marginadas pueden convertirse en motores de desarrollo si se les apoya con herramientas sostenibles. El turismo ecológico, los productos locales y la conservación pueden ser, si se planifican bien, una fuente de ingreso estable para miles de familias.
Por otro lado, los jóvenes también necesitan nuestra ayuda: enfrentan salarios bajos, créditos impagables y pocas oportunidades para construir un patrimonio.
Por eso propusimos que el 15% de los nuevos desarrollos inmobiliarios se destine a vivienda para jóvenes, bajo esquemas de préstamo con tasas preferenciales. Además, planteamos incentivos fiscales para las empresas que contraten jóvenes en actividades ambientales, como proyectos de reforestación, reciclaje o energías limpias. Así impulsamos dos cosas a la vez: empleo digno y una economía verde que cuida al planeta.
Y porque sabemos que las pequeñas cosas también pesan en el bolsillo, presentamos una propuesta concreta: que los estacionamientos de los centros comerciales sean gratuitos durante las dos primeras horas para quienes realicen compras. No hay razón para que los ciudadanos sigan pagando tarifas abusivas en espacios que, en muchos casos, fueron construidos con beneficios públicos.
Al final, todas estas acciones tienen un mismo propósito: cuidar la economía familiar sin dejar de cuidar el medio ambiente. Porque no hay desarrollo posible si no hay equilibrio entre lo social, lo económico y lo ambiental.
El futuro del Estado de México no puede seguir dependiendo de políticas que solo miden resultados en números o discursos. Tenemos que medirlos en bienestar, en oportunidades y en calidad de vida.
Desde el Partido Verde estamos convencidos de que los cambios duraderos se construyen desde lo local, escuchando a la gente y transformando esas preocupaciones en soluciones reales. Proteger el bosque, generar empleo para jóvenes, frenar los abusos y promover el turismo sustentable son decisiones que no solo cuidan el entorno: también cuidan el hogar, el ingreso y la esperanza de cada familia mexiquense.
Porque sí, proteger la economía es proteger a la familia.
Y en eso, no vamos a ceder ni un paso.