Autoridades del Medio Ambiente Estatal, se reúnen con ciudadanos, especialistas e investigadores, así como legisladores locales para revisar la problemática de contaminación que se enfrenta en la presa Madín, ubicada en los límites entre los municipios de Atizapán y Naucalpan.
Los expertos del IPN y de la UNAM presentaron la problemática de contaminación que enfrenta la presa y toda la Cuenca Madín; y destacaron que la solución requiere de la intervención urgente de las autoridades, academia y ciudadanos.
La investigadora del Instituto Politecnico Nacional (IPN), Marcela Galar Martínez destacó que los altos niveles de contaminación del ecosistema está afectando la salud, no solo de los peces endémicos de la presa, también a los habitantes de las comunidades que dependen de su agua.
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Destacó que en un estudio realizado en el Laboratorio de Toxicología Acuática en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) del IPN, se encontraron metales pesados, productos de higiene personal, plaguicidas, fármacos e hidrocarburos en las aguas de la presa Madín.
La especialista añadió que entre los problemas fuerte que enfrenta la presa son los basureros que la rodean; los cuales generan lixiviados, así como las descargas de aguas negras de los fraccionamientos que rodean la zona.
En tanto, la Subdirectora de Prevención y Control de la Contaminación del Agua y el Suelo, de la Secretaría del Medio Ambiente estatal, Eualia García destacó en el programa sectorial de gobierno del Estado de México, trabaja en los rellenos sanitarios que dañan los cuerpos de agua.
Destacó que además se planea que establecer separación de la basura en la entidad, desde su recolección en las viviendas, en orgánico, inorgánico y sanitario; lo que permitirá reducir la contaminación de los ecosistemas, no solo del suelo también de los embalses de agua.
Los expertos señalaron que en los últimos años la presa Madín ha enfrentado dos emergencias ambientales importantes: la invasión del lirio en 2019, la muerte masiva de dos toneladas de peces en 2021.
Marcela Galar destacó que se deben realizar tres acciones de carácter urgente para rescatar la cuenca Madín: preservar las zonas de conservación ecológica y áreas verdes; gestionar adecuadamente los residuos sólidos y el saneamiento del embalse.
“Esto ya es urgente, tenemos un problema de salud pública en la puerta”.
En tanto, la investigadora en ciencias químicas, Karina Ruiz Lara señaló que en un estudio en sangre realizado entre 178 habitantes de comunidades de Atizapán y Naucalpan que reciben agua de la presa, se encontraron contaminantes como fármacos y metales pesados, lo que generan estrés oxidativo en las personas que la utilizan; que a la larga podría derivar en diversas enfermedades.