En el marco del Día Internacional de la Mujer, este 8 de marzo en el Estado de México y en todo el mundo, resurgen las exigencias legítimas de mejores condiciones de vida para las mujeres, así como un alto a cualquier tipo de violencias en contra de millones de mujeres que habitan en este planeta y que sienten la necesidad de ser escuchadas con manifestaciones ya sea culturales o marchas en las calles.
Una de esas manifestaciones que nos remiten a la riqueza cultural en el Estado de México, es la existencia de diversas lenguas que conforman el crisol que le da identidad al estado más poblado del país, en el que las mujeres tienen un rol fundamental, al mantener vivas las lenguas indígenas en el seno familiar.
En el Estado de México existen 220 mil mujeres indígenas que mantienen vivas las lenguas de los pueblos, mazahua, otomí, náhuatl, mixteco y mazateco, de acuerdo con el Consejo Estatal de Población del Estado de México (COESPO) organismo adscrito a la Secretaría General de Gobierno.
Crisolo cultural en el Estado de México
De acuerdo con el COESPO, en la entidad habitan 308 mil 587 personas que hablan alguna lengua originaria, sin embargo, las mujeres representan el 71 por ciento del total, más de 200 mil mujeres en uno de los estados más prósperos y trabajadores del país.
De ese número superior a las 200 mil mujeres, el 74 por ciento hablan mazahua, otomí y náhuatl en municipios como San Felipe del Progreso, Villa Victoria, Acambay, Atlacomulco, Ixtlahuaca, Temascalcingo, San José del Rincón, Temoaya, Jiquipilco, Almoloya de Juárez, entre otros.
Mientras que el siete por ciento de las mujeres hablan mixteco y un cuatro por ciento mazateco, consideradas como lenguas que se mantienen en el Estado de México por la migración de dichos grupos originarios al territorio mexiquense.