Hace como 25 años, durante un programa de televisión en vivo, Lolita de la Vega (mi querida madrina) y este conductor, firmamos una tarjeta para convertirnos en donadores de órganos. Fue en su programa Frente a Frente del Canal 13 (hoy Azteca 1).
Recuerdo muy bien aquella emisión, porque el lunes siguiente felicitaron a la titular del programa. Le llamaron primero por teléfono, y la convocaron a desayunar Jorge Mendoza y Tristán Canales a los comedores de la presidencia de Grupo Salinas.
Lolita, siempre cariñosa y amigable conmigo, me platicó el encuentro vía telefonía celular, con los directivos (nuestros jefes), luego, luego al salir de las oficinas del Ajusco, cuando abordó su camioneta en avenida Periférico. Se había llevado el mejor rating, como acostumbraba la siempre polémica periodista.
Pasaron muchos meses y nos seguía recordando el público el programa donde hablamos sobre el viacrucis que viven enfermos y familiares para conseguir un órgano. Lolita tituló el programa Donar Vida y en su editorial de inicio, dejaba claro que, al morir, podríamos ofrecerle una parte de nuestro cuerpo a otra persona. También abordó el tráfico y venta clandestina e inhumana.
Pasaron muchos años y en mis diferentes espacios periodísticos seguí presentando información sobre el tema. En múltiples trincheras hemos persuadido a los lectores, radioescuchas y televidentes sobre la gran oportunidad de donar nuestros órganos, y hemos impulsado sin mucho éxito, a que se legisle ampliamente.
En España la donación es conocida globalmente por su eficiencia y solidaridad. En la ley existe un Sistema de Presunción de Consentimiento, es decir, se presupone que todos los ciudadanos son donadores, a menos de que hayan manifestado explícitamente lo contrario. Esto significa que, salgo objeción previa, se considera que una persona consiente en ser donante.
Tienen los españoles una Ley de Trasplantes muy sólida desde 1979, que obviamente ha sido reformada y adaptada a las nuevas tecnologías y la modernidad médica.
Para darnos una idea del éxito: España ha mantenido un liderazgo mundial en donación y trasplante por décadas. En 2023 batieron su propio récord, con más de 5,800 trasplantes, lo que refleja sobre todo, la gran solidaridad de su población.
Desde la escuela básica se habla de ello, y entran desde muy jóvenes en el estudio de la ética, transparencia, vida, muerte, y la prohibición de comercializar con algo que algún día no ocuparás, y le dará vida a otra persona.
Ayer la maestra Delfina Gómez se registró como donadora de órganos, con la esperanza de salvar vidas o darle mejor calidad a quien aquí se queda, cuando ella se vaya. Lo más importante de esa decisión que hizo pública, fue la invitación a reflexionar sobre esta acción.
La donación es un acto voluntario, solidario, y quizá el de máximo altruismo en pos del bienestar de otra persona, aunque no la conozcamos. Es una muestra muy elevada de generosidad que, en algunos casos, puede salvar hasta siete vidas.
Mi madrina Lolita de la Vega, la gobernadora del Estado de México y el autor de estas líneas seremos donadores de nuestros órganos. ¿Qué esperas para firmar tu tarjeta de donador voluntario?
gustavo@gusartelecom.com.mx / @GustavoRenteria
COLOFÓN:
+Ayer se inauguró la Ofrenda Monumental del Día de Muertos. ¿Irán a visitarla al Palacio de Gobierno en Toluca?
+Nelly Carrasco Godínez, Secretaria de Cultura y Turismo, pronunció un discurso brillante sobre esa forma muy particular de los mexicanos y mexiquenses de convivir con nuestros muertos. “Nuestros ancestros nos hablan, nos dicen palabras de amor.”
+”La muerte es sólo un síntoma de que hubo vida…” Mario Benedetti.