Generación tras generación perduran leyendas y mitos que involucran seres de ultratumba o brujas, como la historia que ocurre en el Cerro de La Teresona, rumbo a Santiago Tlaxomulco y con vista al Valle de Toluca, en el Estado de México.
Según la tradición oral, los hechos que te presentaremos a continuación ocurren del lado donde corre el Paseo Matlazincas; hay quienes dicen que una casa de la zona estaba embrujada.
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¿Qué historias se cuentan sobre el Cerro de La Teresona?
Las brujas protagonizan las historias en torno al Cerro de La Teresona, pues los habitantes acusan de la existencia de un grupo de mujeres que se reunían en el cerro para realizar ritos, transformarse en animales y robarse niños de las casas.
La leyenda cuenta que esas brujas llegaban a las casas en forma de bolas de fuego para merodear los techos en busca de niños, por lo que los ancianos recomendaban para ahuyentarlas voltear los calzones de los pequeños, y colocar tijeras bajo sus almohadas, así como poner espejos frente a las cunas para que su propio reflejo asustara a las brujas.
El Cerro de La Teresona también es lugar de otra leyenda, que refiere que el terreno elevado tiene una especie de "cúpula" que esconde un lugar encantado lleno de riquezas, al que se puede acceder por las cuevas en la parte alta de la montaña.
Sin embargo, las entradas a las cuevas estarían custodiadas por criaturas mágicas que, algunos dicen, son brujas, duendes o hasta demonios. Esos seres retarían a quienes se creen con la valentía suficiente para acceder por medio de pruebas, como subir desnudos con una cabra. ¿Habrá alguien que haya accedido a las riquezas escondidas?
Otra leyenda en torno al Cerro de La Teresona y ese lugar lleno de riquezas refiere la historia de un matrimonio que no podía tener hijos y acudieron a una bruja en el cerro para pedir su ayuda. La bruja les concedió el deseo de ser padres, a cambio del alma de la madre, quien firmó un pacto con sangre.
Sin embargo, según la historia, la bruja condicionó a la pareja a volver al cerro con su hija a la edad de 15 años. La madre cumplió con lo acordado, y se dice que las recibió la misma bruja, pero la jovencita desapareció; hay quienes dicen que se convirtió en bruja, mientras otros relatos cuentan que la dieron como esposa al demonio que cuida la entrada al lugar debajo del cerro lleno de riquezas.
Al no saber más de su hija, la madre perdió la razón y se quitó la vida al colgarse de un árbol en el Cerro. La mujer se llamaba Teresa, por lo que desde entonces se conoce a aquel cerro como La Teresona, lugar donde, se dice, todavía se puede escuchar al alma de Teresa vagando y cuidando el Valle de Toluca.