CICLOVÍA

Confirma Semov que inconformidad frenó obras de ciclovía en Isidro Fabela y podrían cambiar trazo

La primera vez que se frenó la obra fue a finales del pasado sexenio y fue por la misma inconformidad de los comerciantes de la zona.

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Confirma Semov que inconformidad frenó obras de ciclovía en Isidro Fabela y podrían cambiar trazo.Créditos: Gerardo García

Las obras de la ciclovía de Isidro Fabela en Toluca en el Estado de México, fueron frenados por la inconformidad de un grupo de comerciantes, por lo que se explora cambiar el trazo al seguir en riesgo dos mil ciclistas que no cuenta con infraestructura en su desplazamiento, confirmó la Secretaría de Movilidad (Semov).

De acuerdo con la dependencia la obra ya se había licitado y cuando iba a colocar la primera piedra se pararon los trabajos ante la negativa de algunos involucrados y con ello están detenidos 16 millones de pesos.

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"Si hay mucha inconformidad no la vamos a hacer"

En entrevista, el titular de la Semov, Daniel Sibaja González, detalló que se revisa un Plan B, que implica cambiar la ruta de la ciclovía en mención, aunque debe revisarlo aún.

Aunque, admitió que de persistir la inconformidad no se ejecutará el proyecto, por lo que seguirán en diálogo.

“Ya estaba licitada, ya iban a poner la primera piedra los vecinos y la Gobernadora ha pedido mucho que haya escucha”, expresó. "Si hay mucha inconformidad no la vamos a hacer, estamos viéndolo, hay un Plan B que vaya por otro lado, a ver si nos dejan atrás por las vías”.

El secretario reveló que al frenar la obra en Isidro Fabela, están en riesgo de sufrir un accidente dos mil personas que utilizan la bici como medio de transporte para ir a sus lugares de trabajo, al no contar con infraestructura adecuada.

Calificó como mentira que con la obra, se ahuyentará al comercio, porque ya fue algo que fue demostrado que no ocurre en la Ciudad de México.

“Hicimos un conteo con ellos, nos fuimos y nos paramos ahí en la calle para ver cuantas personas pasa a diario, dos mil ciclistas a diario pasan ahí y arriesgan su vida”, indicó.

“Porque dos mil familias diarias sufren y pueden pasar por un atropellamiento o algo, porque hay un grupo, minoritario, que no quiere”.

La primera vez que se frenó la obra fue a finales del pasado sexenio y fue por la misma inconformidad de los comerciantes de la zona.